Dolor postoperatorio: cuáles son y cómo prevenirlos

Los médicos anestesiólogos de Adaarc cuentan cómo se trata y clasifica el dolor postquirúrgico (DPQ).

El dolor postquirúrgico es el que está presente en el paciente luego de un procedimiento quirúrgico, se caracteriza por ser un dolor agudo, limitado en el tiempo, predecible y evitable. Su mal control afecta negativamente la calidad de vida y puede derivar en el desarrollo de dolor crónico persistente. Desde la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Córdoba (Adaarc) comparten qué tipos de dolor postquirúrgicos existen, cómo prevenirlos y tratarlos.

Desde el punto de vista fisiológico coexisten dos tipos de dolor postquirúrgicos: el inflamatorio y el neuropático. El dolor inflamatorio se produce en respuesta a un estímulo que inflama la zona afectada y genera en el paciente una sensación de dolor en la cicatriz quirúrgica y su alrededor. Este tipo de dolor es reversible, tiene un inicio conocido y un final en relación directa con la reparación tisular. Además, responde eficazmente a los antiinflamatorios, paracetamol y opioides menores o mayores.

Por otro lado, también el dolor neuropático se desarrolla tras la injuria quirúrgica, produciendo una lesión de los nervios periféricos. El mismo se caracteriza por la pérdida de sensibilidad y/o hipersensibilidad al mismo tiempo, que se traducen en pérdida de sensaciones de tacto, temperatura o presión, dolores espontáneos, entre otros. Este dolor requiere un tratamiento específico.

Dolor postoperatorio ¿Cómo se previenen?

El dolor postquirúrgico es el que está presente en el paciente luego de un procedimiento quirúrgico, se caracteriza por ser un dolor agudo, limitado en el tiempo, predecible y evitable. Su mal control afecta negativamente la calidad de vida y puede derivar en el desarrollo de dolor crónico persistente. Desde la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Córdoba (Adaarc) comparten qué tipos de dolor postquirúrgicos existen, cómo prevenirlos y tratarlos.

Desde el punto de vista fisiológico coexisten dos tipos de dolor postquirúrgicos: el inflamatorio y el neuropático. El dolor inflamatorio se produce en respuesta a un estímulo que inflama la zona afectada y genera en el paciente una sensación de dolor en la cicatriz quirúrgica y su alrededor. Este tipo de dolor es reversible, tiene un inicio conocido y un final en relación directa con la reparación tisular. Además, responde eficazmente a los antiinflamatorios, paracetamol y opioides menores o mayores.

Por otro lado, también el dolor neuropático se desarrolla tras la injuria quirúrgica, produciendo una lesión de los nervios periféricos. El mismo se caracteriza por la pérdida de sensibilidad y/o hipersensibilidad al mismo tiempo, que se traducen en pérdida de sensaciones de tacto, temperatura o presión, dolores espontáneos, entre otros. Este dolor requiere un tratamiento específico.

El tratamiento del dolor postoperatorio debe adaptarse al contexto y características de cada paciente, la cirugía en cuestión y el equipo de profesionales médicos designados (cirujanos, anestesiólogos, enfermeras, rehabilitadores y otros). Desde un punto de vista práctico, la utilización de técnicas analgésicas preventivas preoperatorias, intraoperatorias y postoperatorias, deben ser una opción para reducir el dolor posquirúrgico.

La Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Córdoba (Adaarc) forma permanentemente a sus asociados en los últimos avances farmacológicos y tecnológicos para brindar una atención integral y acompañar a los pacientes de la mejor manera en su paso por el quirófano, generando un plan de acción junto a otros profesionales para minimizar el impacto que produce el dolor post quirúrgico.